La carta de amor de Ackerman a Gaultier escrita uen Alta Costura
Jean Paul Galtier. EFE/EPA/ANDY RAIN
Farandula

La carta de amor de Ackerman a Gaultier escrita uen Alta Costura

París, 25 ene (EFE).- El diseñador francés Haider Ackermann envió este miércoles una carta de amor sobre la pasarela a Jean-Paul Gaultier, quien le había cedido el testigo para crear su colección de Alta Costura primavera-verano 2023.

Fue un desfile minimalista, donde tan solo rompió el silencio el que se ha convertido en el himno de las protestas contra el régimen iraní, “Baroyé”.

Al mismo tiempo, una modelo desfilaba con un top grabado con palabras como “Escribo libertad”, un simbólico gesto de apoyo a los manifestantes que han mantenido las protestas en la calle iraní desde septiembre, sufriendo una fortísima represión.

Siendo fiel a su estilo, Ackermann presentó una colección estructurada, con ese tono misterioso que añade un punto perturbador a sus creaciones.

Hace unos meses, su nombre volvió a sonar fuerte tras firmar el mono rojo con un pronunciado escote en la espalda que lució en la Mostra de Venecia el actor Timothée Chalamet, también presente entre los invitados de hoy.

Ackermann, que había recibido el encargo de Gaultier de sorprenderlo, retomó los códigos del eterno “enfant terrible” sobre todo en la sastrería, reintroduciendo el traje con chaquetas pingüino, tops tipo corsé con sujetador puntiagudo y vestidos muy esculpidos en torno al pecho pero con vuelo y plisados en la falda.

El negro fue el color preeminente de esta colección, con algunos toques de tonos flúor, como el azul y el verde, a excepción de una línea de sastrería más fluida en tonos amarillo pastel.

La última parte del desfile estuvo protagonizada por una decena de vestidos muy arquitectónicos, largos y negros, donde la silueta convierte a la modelo en una escultura.

Hubo un guiño a los antiguos desfiles de Alta Costura, cuando varias modelos desfilaron con abrigos tipo “cocoon”, redondeados, que recordaron a las propuestas más conocidas de Cristóbal Balenciaga.

Al término del desfile, en la penúltima jornada de desfiles Alta Costura en París, Ackermann se apresuró a saludar a Gaultier, que había seguido el desfile sentado junto a las actrices Catherine Deneuve y Tilda Swinton, así como el mencionado Chalamet y otros amigos de la “maison”. Todos aplaudían con una sonrisa de oreja a oreja.

“Jean Paul (Gaultier) sólo me dijo que quería que lo sorprendiera. Me dijo que confiaba en mí y que quería estar seguro que la colección no era un refrito de ninguno de sus estilos anteriores. Me pidió que experimentara y creo que es lo que he hecho”, explicó Ackermann en la revista Highsnobiety.

Un trabajo de cuatro meses que ha reforzado al creador en la idea de trabajar más la Alta Costura.

Esta carta de amor a Gaultier, como la ha definido el diseñador -nacido en Colombia pero adoptado en Francia siendo un bebé-, es una nueva muestra de la alianza del creador con otros talentos.

Tras retirarse de las pasarelas en 2020, Gaultier ha confiado sus últimas pasarelas a varios diseñadores de estilos muy diferentes: primero fue Chitose Abe, la creadora de Sacai, y después vinieron Glenn Martens (Y/Project) y Olivier Rousteing (Balmain).