Filme “Mamacruz” retrata el “orgasmo” que las abuelas no tuvieron
La actriz Kiti Mánver posa para EFE en Sevilla. Imagen de archivo. EFE/Fermín Cabanillas
Farandula

Filme “Mamacruz” retrata el “orgasmo” que las abuelas no tuvieron

Los Ángeles (EE.UU.), 25 ene (EFE).-La cineasta venezolana Patricia Ortega compite en el festival de Sundance con “Mamacruz”, un filme protagonizado por la española Kiti Mánver que explora la sexualidad en la tercera edad y con el que la realizadora explica a EFE que ha podido “vengar” a su abuela.

“(Con la película) Yo vengué a mi abuela (…) Este es el orgasmo que mi abuela no tuvo”, dijo Ortega en entrevista con EFE sobre el filme que compite a mejor película internacional.

La historia que su abuela le contó sobre cómo fue que ella vivió su sexualidad la dejó profundamente impactada.

“Unos meses antes de morirse me dijo: ‘yo no conocí la sensualidad, tu abuelo se me montaba, me hacía un hijo y ya'”, recordó.

El ser consciente de que aquella mujer había sacrificado “su cuerpo, su vida, su deseo y su derecho a ser feliz” para servir a una familia sembró la semilla de “Mamacruz”, pero fue su madre la que la germinó el día en que la cineasta encontró una fotografía suya donde posaba totalmente desnuda.

“Mi mamá es súper convencional, entonces cuando uno encuentra una foto de la madre desnuda uno dice, bueno, ¿aquí qué pasó?”, mencionó.

Conocer la versión de la mujer detrás de “la máscara de mamá”, la llevó a escribir el guión de una señora que en la tercera edad comienza a explorar su sexualidad acompañada de un grupo de amigas diversas dispuestas a romper los paradigmas y normas morales de lo femenino.

“Es un poco el tema de mi vida, vengo de un país muy ortodoxo, que a pesar de todo lo que ha vivido sigue siendo muy convencional y muy binario. Yo me siento no binaria, nunca he podido vivir como una mujer, y al chocar con esa definición me gusta trabajarla desde el cuerpo”, explicó.

El contexto conservador en el que creció la directora lo trasladó a un pueblo de Sevilla -donde se desarrolla la película- en el que la religión sigue teniendo un papel importante para la comunidad.

Sin embargo, Ortega buscó retratar de una manera más libre la apropiación de las creencias al mezclar el erotismo con la religión, marcando una delgada línea entre la devoción y el deseo que Mamacruz experimenta a lo largo de la cinta.

Ortega tenía grandes aspiraciones para su rol protagónico, pues buscaba a una mujer de más de 60 años que “no tuviera el peso de la edad” tanto en su forma de ser, como en el físico, que en su vida diaria fuera “pícara y atrevida”, pero que también pudiera ser “dulce y tierna”.

Otro tema importante, era que la actriz en cuestión debía estar dispuesta a hacer escenas de desnudo.

Ortega acudió al productor del filme Olmo Figueredo y él, que había trabajado con Mánver en “El inconveniente”, no dudo en proponer a la actriz de “Mujeres al borde de un ataque de nervios” (1988).

La propuesta llegó a Mánver y aunque la idea de tener que enseñar “las vergüenzas” en el cine asustó en primera instancia a la actriz, el tener la oportunidad de poner sobre la mesa el tema de la sexualidad en la tercera edad la impulsó a dejar de lado el pudor.

“Respiras, haces tu control mental y tiras para adelante, que había mucho que contar sobre ese deseo que es absolutamente lícito y absolutamente necesario. Era importante decir que el sexo y el erotismo no tienen edad”, comentó a EFE Mánver.

Otro reto importante para la actriz de 69 años fue restringir sus movimientos a la hora de actuar, pues a diferencia de ella, Mamacruz se presenta sigilosa, reflexiva y de pocas palabras.

“Yo tengo un exceso de expresividad corporal y Mamacruz es distinta. Ella solo mira y se deja guiar por lo que ve y lo que le seduce y al no poder expresar mucho con las manos, no quería caer en que al final no pasara nada de nada”, mencionó.

Aunque la historia se centra en la experiencia femenina, Ortega cree que el filme también puede conectar con hombres y personas de diversas edades.

“Creo que esta discusión no es de géneros sino del problema que tenemos de aceptar nuestros cuerpos”, finalizó.

La película es parte de la selección del Festival de Sundace en Park City (EE.UU.), el encuentro de cine independiente más importante del mundo que culminará actividades el 29 de enero.