Madrid, 17 mar (EFE).- Chile, España y Francia, la escritura, la política, el inconformismo y la marginalidad, así como el amor como motor de la acción humana, fueron temas y lugares recurrentes en la obra de Jorge Edwards, que podría encontrar en estas cinco obras la síntesis de su mejor pluma.

– “Persona non grata” (1973): su obra más conocida rememora su etapa como embajador en Cuba, con fuertes críticas a la sociedad erigida por Fidel Castro, que prohibió el libro, además de provocarle enemistad con muchos autores coetáneos del “boom” latinoamericano, como Julio Cortázar. “Escribí muchos libros y durante años fui el autor de uno solo”, lamentó sobre una novela que, según dijo, le hizo “mucho daño”.

– “El peso de la noche” (1965): la decadencia de una familia de clase media planea sobre este libro cuyo protagonista descubre a la vez el placer del sexo y la literatura, rebelándose a partir de entonces contra los dogmas religiosos y la rigidez de los valores tradicionales.
– “El origen del mundo” (1996): París vuelve a ser escenario de una de las obras del autor, esta vez como trasfondo de un relato que arranca con una muerte inesperada y una investigación impulsada por unos celos que, progresivamente, nublarán toda señal de raciocinio en un hombre que creía apuntalados los cimientos de su vida y de su carácter.
– “El inútil de la familia” (2005): exposición de un secreto familiar, medio ficcionado, medio autobiográfico, el de un pariente cercano cuyo recuerdo se evitaba, el también literato Joaquín Edwards Bello, ganador del Premio Nacional de Literatura en Chile en 1943, antes de caer en desgracia por su rebeldía y su descenso a los bajos fondos entre Madrid, París y Chile.
– “La casa de Dostoievsky” (2008): de la Cuba postrevolucionaria al Chile predictatorial de Pinochet, pasando por la bohemia francesa de los años 60, Edwards narra el periplo de un joven escritor tras los pasos de un amor clandestino y construye, a la vez, la historia de las aspiraciones liberales y el precio de su conquista.