Lisboa, 29 dic (EFE).- El ministro de Infraestructuras y Vivienda portugués, Pedro Nuno Santos, dimitió hoy después de la polémica levantada por la indemnización de 500.000 euros que recibió de TAP una secretaria de Estado antes de abandonar la aerolínea para asumir un cargo público.
La dimisión de Santos fue divulgada por su gabinete en un comunicado pasada la medianoche de hoy, en el que señaló que, “ante la percepción pública y el sentimiento colectivo generados con este caso”, el ministro entendió que debía “asumir la responsabilidad política” y dimitir.
Minutos después, el gabinete del primer ministro, el socialista António Costa, divulgó otro comunicado en el que aceptó la dimisión y agradeció a Santos su trabajo tras siete años en el Gobierno, así como la “camaradería” entre ambos.
La polémica saltó debido a una indemnización de medio millón de euros recibida en febrero, tras su salida de la aerolínea TAP, por Alexandra Reis, quien a principios de este mes asumió funciones como secretaria de Estado del Tesoro.
La oposición pidió explicaciones sobre la cifra pagada por TAP, que está en manos del Estado, e incluso el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, pidió que se “aclarase todo”.
Tras el revuelo, la secretaria de Estado dimitió el martes a petición del propio Gobierno, a lo que se ha sumado esta madrugada la renuncia del ministro de Infraestructuras, que tiene la tutela sobre TAP.
La totalidad del capital de la aerolínea está en manos del Estado después de que fuese intervenida por el golpe sufrido por la pandemia y se hayan autorizado ayudas públicas de unos 3.200 millones de euros.
SEGUNDA POLÉMICA
Se trata de la segunda polémica que protagoniza Santos en los nueve meses que van de legislatura, la tercera que lidera Costa.
Santos, ministro de Infraestructuras y Vivienda desde 2019 y antes secretario de Estado de Asuntos Parlamentarios (2015-2019), estuvo en el ojo del huracán en junio, cuando aprobó una orden ministerial sobre el aeropuerto de Lisboa sin informar a Costa.
El primer ministro revocó la orden y, después de que Santos asumiese públicamente su error, ambos dieron por cerrada la “crisis”.
Santos es el rostro visible del ala más a la izquierda del Partido Socialista portugués e incluso era apuntado como uno de los posibles sucesores de Costa al frente de la formación.
Es el segundo ministro que dimite en apenas nueve meses del tercer Gobierno de Costa, que está teniendo una legislatura con sobresaltos a pesar de gozar de mayoría absoluta.
En agosto ya dimitió la entonces ministra de Sanidad, Marta Temido, en plena crisis de los servicios de urgencia.
En estos nueve meses ha habido además otras siete bajas en el Gobierno de secretarios de Estado.