Comparsas callejeras arrastran multitudes a una semana del Carnaval de Río
Viandantes participan de la comparsa carnavalesca "Céu na Terra" hoy, en Río de Janeiro (Brasil). EFE/ Antonio Lacerda
Farandula

Comparsas callejeras arrastran multitudes a una semana del Carnaval de Río

Río de Janeiro, 11 feb (EFE).- La fiesta se calienta en Río de Janeiro este sábado con música, brillo y mucho baile al lado de casi un centenar de bandas y comparsas callejeras que, a una semana del más icónico carnaval de Brasil, prenden el ambiente en la ‘cidade maravilhosa’, casi desde el amanecer.

Viandantes participan de la comparsa carnavalesca "Céu na Terra" hoy, en Río de Janeiro (Brasil). EFE/Antonio Lacerda

Estas agrupaciones, conocidas como ‘blocos’, son para muchos la expresión más auténtica del Carnaval de Río y la máxima representación de la parranda y el entusiasmo desenfrenado de la fiesta carioca.

Viandantes participan de la comparsa carnavalesca "Céu na Terra" hoy, en Río de Janeiro (Brasil). EFE/Antonio Lacerda

Tras dos años de ausencia por culpa de la pandemia de la covid, la fiesta callejera regresó en 2023 con energía represada y muchas ganas de diversión.

Durante el fin de semana, unas 80 bandas y comparsas estarán por diversos sitios de la ciudad en el que es conocido como el ‘Carnaval da rúa’, con resonantes percusiones y carros de sonido que mantendrán una infinita senda de locura y diversión al ritmo de las ‘marchinhas’ por la ciudad.

HASTA QUE EL CUERPO AGUANTE

Senos al aire, cuerpos vestidos de luminosas escarchas y mucha cerveza para la ‘hidratación’ son elementos característicos de una típica jornada de precarnaval carioca, que arranca desde las primeras horas de la mañana y se extiende hasta que el cuerpo aguante.

Este sábado, la rumba comenzó temprano en el centro de la ciudad, donde miles de turistas y cariocas madrugaron desde las 7.30 hora local (10.30 GMT) para desfilar por las calles de Santa Teresa, un bohemio y pintoresco barrio de la ciudad, al lado de la comparsa Ceu na terra, una de las más tradicionales de Río.

De calles empedradas e incontables casas vestidas de flores, este barrio -que se asemeja a un pequeño pueblo campestre- cubre cada año con su vívido manto a los fiesteros.

“Ahora que la fiesta de la calle regresó vamos a hacer todo lo que nos fue reprimido en los últimos dos años”, dijo a EFE Rafael Madalosso, un ingeniero civil de 28 años que es un fiel seguidor de los blocos.

Como él, muchos rumberos estaban esperando con ansia la parranda callejera que prende la fiesta semanas antes del carnaval y algunos hasta quieren seguir de largo hasta el próximo año.

“Yo ni sé, creo que ni voy a cambiarme de ropa. Voy a quedarme así hasta el final y vamos a seguir hasta… ¡hasta el carnaval del próximo año!”, enfatizó Isabela, una joven de 28 años que dijo sentir que había vuelto a la vida con el regreso de los blocos.

CUERPOS SEMIDESNUDOS

El desfile, el primero del día y que se extendió por más de tres horas, fue liderado por una réplica del tranvía amarillo que diariamente traslada a los vecinos del barrio hasta los pies de la colina y que en esta oportunidad guió al séquito rumbero con ritmos marcados por una banda de vientos, cuerdas y percusiones.

Zanqueros, muñecos gigantes y tocados de flores multicolores fueron la sensación del desfile donde abundaron los cuerpos ‘semidesnudos’ para enfrentar el calor concentrado por una multitud desbordada bajo un intenso sol.

Con más de 400 bandas y comparsas programadas hasta el 26 de febrero, el ‘Carnaval de rúa’ espera movilizar unos 5 millones de personas en Río de Janeiro.